Este es un microrrelato de gran valor literario, que nos acerca al fascinante mundo de la mitología y la astronomía maya.
Algunas veces los mayas representaban el cocodrilo como el encargado de sostener la Tierra y la vegetación crecía sobre su lomo. Otras, el cocodrilo simbolizaba la Vía Láctea y, a medida que la noche avanzaba, el cocodrilo se iba transformando en una canoa que viajaba de este a oeste. Por otra parte, algunos relatos centroamericanos lo representaban como una gran mandíbula que devoraba diariamente el Sol. Para la astronomía occidental, la constelación del cocodrilo equivaldría a la de la cola de Escorpio y en una parte de la de Sagitario.
Toda esta riqueza simbólica y la perfección conseguida con la técnica del acrílico hicieron de esta obra la ganadora del II Premio Internacional de Compostela. El jurado consideró el trabajo de Felipe Ugalde como el «más completo y equilibrado» por el valor metafórico de las ilustraciones y por su concepción del tiempo.
Número de páginas: 40
tapa dura
Edición en catalán