El giroscopio fue inventado en 1852 por Léon Foucault, que demostró la rotación de la Tierra con su famoso experimento del péndulo de Foucault. Sin embargo, no comprendía por qué la velocidad de rotación del péndulo era más lenta que la velocidad de rotación de la Tierra por un factor sin (latitud). Era necesario otro aparato para demostrar la rotación de la Tierra de manera más simple. Foucault presentó así un aparato capaz de conservar una rotación suficientemente rápida (150-200 vueltas por minuto) durante tiempo suficiente (10 minutos), para que se pudiera medir.
Cuando lo tengas en tus manos y lo hagas girar muy rápido, notarás que se mantiene en pie y no se cae, y eso es porque al «coger fuerza» la rueda interior, quiere quedarse en la misma posición y ayudarnos a mantener el equilibrio y la dirección. ¡Es como tener un amigo súper fuerte que nos ayuda a no caernos!
Los giroscopios tienen muchísimas utilidades hoy en día, como en los teléfonos móviles o en los aviones, para ayudar a mantener el equilibrio y la dirección. ¡Parece mentira que todavía se use un artilugio descubierto en 1852!
Dimensiones: 7 x 7 x 13cm
A partir de 6 años
Está hecho de zinc coloreado y está diseñado para girar sobre su eje central cuando se envuelve un cordón alrededor de él.
Al girar el giroscopio y equilibrarlo en la punta de tu dedo, en un lápiz o incluso en un trozo de cuerda, podrás experimentar la fascinante interacción entre la fuerza centrífuga y la gravedad.
Es asombroso ver cómo el giroscopio se mantiene en equilibrio y gira sin caerse.
El giroscopio Pequeñas Maravillas es un juguete clásico que proporciona diversión y entretenimiento para niños y adultos por igual.
Además de su aspecto fascinante, también ayuda a desarrollar habilidades motoras finas, coordinación mano-ojo y percepción espacial.
