Disfrazarse es uno de los juegos más habituales entre los niños y niñas; y así tiene que ser, puesto que esta costumbre es muy positiva para la creatividad y el desarrollo de la imaginación.
Y nosotros, como padres, madres, educadores/se, podemos aprovechar los disfraces como herramientas por tal acompañar a los niños y dejarlos seguir soñando con la existencia de realidades muy diferentes o personajes fantásticos.
Cada vez más los adultos estamos aprendiendo a respetar los intereses de nuestros niños y darles la libertad de disfrazarse cómo ellos y ellas mismos piden, sin prejuicios.
No hay ningún disfraz que sea por niño o niña, no hay ningún oficio que sea por niños o niños y sobre todo… evitamos la sexualització de las niñas!
Algunas caracterizaciones pueden variar en relación a la imagen del artículo, dado que son de elaboración artesanal.
Algunos estampados podan no coincidir con los de las imágenes.
Disfraz diseñado y confeccionada en Cataluña