Una serie de graves sabotajes sacude el parque de atracciones Lucky Lama Land. Se han manipulado varias atracciones del parque.
Se inicia la emocionante búsqueda de los saboteadores del parque de atracciones, bien individualmente o en equipo. Un juego de deducción simultáneo que resulta ideal para quienes empiezan su carrera como detectives. Como el camino hacia la solución del caso es siempre diferente, el juego se presta a jugar una y otra vez. Además, cuenta con un mecanismo de control único: ¡Quien introduce la llave gana! Por cierto, los agentes que ya tienen algo de experiencia pueden demostrar sus habilidades detectivescas en condiciones diferentes en la variante de The Key para jugadores avanzados.
Los jugadores se hacen cargo de la investigación y combinan las pistas sobre el día del delito y el sospechoso, así como sobre la herramienta y el lugar del delito. A continuación, deben generar el código correcto y meter entre rejas a los saboteadores con la llave. Al final, no gana necesariamente el agente más rápido, sino el más eficiente.
1. Todos los jugadores participan al mismo tiempo: consultan las declaraciones de los testigos y las pruebas de laboratorio para la investigación.
2. Los jugadores buscan en los expedientes y combinan con astucia las pistas sobre las huellas de zapato y las entradas para las atracciones halladas, así como las instantáneas enviadas.
3. Hay que resolver el caso de la forma más rápida y eficiente posible, y meter entre rejas al autor del delito con el código correcto.
El autor:
Thomas Sing nació en 1961 y vive en la ciudad de Constanza, situada junto al lago del mismo nombre. Allí, este diplomado en Economía regenta un local comercial junto con amigos; lo que le permite disfrutar de sus aficiones, de las matemáticas, de la lectura de novelas policíacas y, por supuesto, de la creación de juegos.
Durante su etapa escolar, Thomas se convirtió en plusmarquista mundial del juego alemán «Mensch-Ärgere-Dich-Nicht» («Hombre, no te enfades», un juego de mesa similar al parchís), entrando así en El libro Guinness de los récords.
El ilustrador:
Timo Grubing, nacido en 1981, estudió Diseño e Ilustración en la Escuela Técnica Superior de Múnich y, tras graduarse en 2007, volvió a su ciudad natal, Bochum (Alemania). Como profesional independiente, trabaja en diferentes áreas: ilustra libros de texto e infantiles, así como juegos, y colabora a menudo con revistas y agencias.