Se coloca cualquier objeto para dibujar y que se adapte al lápiz cooperativo. Se fija con Velcro y los jugadores toman el control de una o dos cuerdas. Las cuerdas se deben tensar, poner el lápiz en posición horizontal y ya se puede escribir o dibujar para el objetivo propuesto. Mediante la sincronización de sus movimientos, se puede: seguir un laberinto, conectar los puntos para revelar un rompecabezas, dibujar un patrón, adivinar un dibujo escondido, seguir un nombre, etc. La diversidad de los retos es muy grande.
La actividad es totalmente cooperativa, ya que requiere atención y da a cada uno un lugar indispensable. Juego con capacidad para acoger hasta 20 personas.
Incluye: 1 lápiz cooperativo, 20 cordeles (170cm), 1 instrucciones, 1 cera Stockmar.